Se trata de un restaurante muy elegante situado en Brooklyn, debajo del Brooklyn Bridge, desde donde podremos disfrutar de unas espectaculares vistas sobre Manhattan y la Estatua de la Libertad.
Es ideal para celebrar algo porque es muy romántico, con flores, se puede cenar a luz de las velas.
En el Día de los Enamorados allí las parejas pueden disfrutar de una velada inolvidable, con una cena exquisita, en un ambiente romántico y acompañado por el pianista, convirtiendo el momento en algo mágico, cálido y relajado.
Además, los camareros son muy amables y atentos a cada detalle, y las vistas espectaculares, por eso es recomendable pedir mesa cerca de algunos de los ventanales.